- MERENGUE
- 10 claras de huevo
- 10 cdas de azúcar
- 1 pizca de sal
- esencia de vainilla
- NATILLAS
- 1 lata de leche condensada
- 10 yemas de huevo
- 1/2 vaso de leche
- esencia de vainilla
- CARAMELO
- azúcar
- zumo de limón
- Precalentamos el horno al máximo. Lo dejamos encendido mientras hacemos el merengue y el caramelo.
- Montamos las claras a punto de nieve con el azúcar, la sal y la vainilla. El merengue debe quedarnos bien duro.
- En un cazo hacemos el caramelo.
- En un molde que sea hondo, echamos el caramelo y lo movemos para que todas las partes queden bien cubiertas.
- Agregamos el merengue, con cuidado de que no nos queden huecos.
- Apagamos el horno, metemos el merengue y lo dejamos sin tocar ni abrirlo, 8 HORAS.
- Es muy importante que no abramos el horno, por lo que es mejor hacerlo de noche.
- Una vez pasadas las ocho horas, lo metemos en la nevera sin desmoldar.
- Hacemos las natillas con la leche condensada, la esencia de vainilla y la leche sin parar de mover, no tiene que quedarnos muy espesa. Dejamos que se enfríe.
- En una fuente redonda y grande, volcamos el merengue con cuidado, alrededor ponemos las natillas y adornamos con gajos de melocotón en almíbar.
Tengo que deciros que en nuestra vida hemos probado nada igual!!! El merengue queda con una textura extraordinaria, con un sabor inolvidable… Me faltan palabras para describir la sensación del primer bocado!!!
Para adornar, le podéis poner fresas, pasas o la fruta que más os guste. También podéis hacerlo más pequeño, siempre respetando que por cada huevo es una cucharada de azúcar.
Y las natillas, en vez de la leche condensada grande, la pequeña. Pero cuando probéis la tarta, os arrepentiréis de haberlo hecha pequeña….