El toque del vinagre es muy importante en esta receta, depende el gusto de cada uno. Pero en su justa medida y con los encurtidos, conseguimos un sabor escabechado exquisito.
Salpimentar las pechugas de pollo y freírlas a fuego medio en una sartén ancha o cazuela.
Reservar un vez hechas.
En ese mismo aceite, echamos los ajos troceados, las cebollas en láminas, el laurel y las zanahorias en rodajas.
Sofreímos a fuego lento y cuando estén las cebollas transparentes, agregamos las pechugas de pollo, echamos el vino y dejamos evaporar.
A continuación, añadimos el chorreón de vinagre y las dos latas de cerveza. Damos unas vueltas para que se moje bien el pollo y echamos la pastilla de avecrem diluida en un poco de agua y los encurtidos troceados o enteros.
Dejamos cocer a fuego lento hasta reducir los líquidos a la mitad.
Servir caliente y acompañar de patatas fritas en gajos de medio dedo de grosor.