Ponemos en el fuego una sartén con aceite, como un vaso, poco más, pues se tienen que cocer en ese aceite, cuando esté caliente, echamos los dientes de ajo partidos en dos o tres trozos.
Cuando veamos que les falta poco para dorarse, bajamos la lumbre.
Lavamos los calamares sin quitarles nada, les echamos un poco de sal , los enharinamos y los agregamos a la sartén.
Dejamos que se hagan a fuego lento hasta que los veamos tiernos y trabaditos.